domingo, 22 de septiembre de 2019

Proceso administrativo


Eje temático No. 2 Proceso administrativo
El proceso administrativo es una metodología fundamental para la aplicación de la administración. Independientemente de que ésta forme parte de la escuela del proceso administrativo, es una herramienta indispensable en torno a la cual se pueden aplicar los demás enfoques o escuelas administrativas; su importancia es similar a la de las operaciones básicas de aritmética; sin éstas no es posible realizar otras operaciones matemáticas. Igualmente, las etapas del proceso administrativo son básicas para aplicar cualquier estilo o escuela de administración.
Un proceso es el conjunto de pasos o etapas necesarios para llevar a cabo una actividad.
El proceso administrativo es una metodología que permite al administrador, gerente, ejecutivo, empresario o cualquier otra persona, manejar eficazmente una organización, y consiste en estudiar la administración como un proceso integrado por varias etapas. Cada etapa responde a seis preguntas fundamentales: ¿Qué? ¿Para qué? ¿Cómo? ¿Con quién? ¿Cuándo? y ¿Dónde?; interrogantes que siempre deben plantearse durante el ejercicio de la administración, y que son conocidas como las preguntas clave de esta disciplina.
El proceso administrativo es el conjunto de fases o etapas sucesivas a través de las cuales se efectúa la administración.

Etapas del proceso administrativo.
Existen diversas opiniones en cuanto al número de etapas que constituyen el proceso administrativo; aunque, de hecho, para todos los autores los elementos esenciales sean los mismos.
Planeación e importancia
La planeación. Determinación de escenarios futuros y del rumbo a donde se dirige la empresa.

Importancia.
·         Permite encaminar y aprovechar mejor los recursos y esfuerzo
·         Reduce los niveles de incertidumbre.
·         Permite hacer frente a la contingencia.
·         Es la base para el sistema de control.

Organización, importancia y etapas
La organización consiste en el diseño y determinación de las estructuras, procesos, funciones y responsabilidades así como el establecimiento de métodos, y la aplicación de técnicas tendientes a la simplificación del trabajo.
El propósito de la organización es simplificar el trabajo y coordinar y optimizar funciones; en otras palabras: lograr que todas las actividades y recursos se coordinen y utilicen de tal forma que resulte sencillo y fácil su manejo para quienes trabajan en la empresa y para la atención y satisfacción de los clientes. La simplicidad en la estructura facilita la flexibilidad; el diseño de procesos adecuados fomenta la eficiencia e iniciativa del personal, y la rapidez en la consecución de los objetivos plasmados en la fase de planeación.

Importancia.
La organización aporta múltiples ventajas que fundamentan su importancia:
• Suministra los métodos para que se puedan desempeñar las actividades eficientemente, con un mínimo de esfuerzos.
• Reduce los costos e incrementa la productividad.
• Reduce o elimina la duplicidad.


Etapas.
La organización se lleva a cabo en dos etapas:
• División del trabajo.
• Coordinación.
División del trabajo La división del trabajo es la separación y delimitación de las actividades con el fin de realizar un trabajo con mayor eficiencia. La división del trabajo promueve la especialización y perfeccionamiento del trabajo e implica los siguientes pasos: jerarquización, departamentalización y descripción de funciones.
a)Jerarquización. Es la disposición de las funciones de una organización por orden de mando, grado o importancia. Los niveles jerárquicos son el conjunto de órganos agrupados de acuerdo con el grado de autoridad y responsabilidad que posean, independientemente de la función que realicen. La jerarquización implica definir la estructura de la empresa por medio del establecimiento de centros de autoridad y comunicación que se relacionen entre sí con precisión.
b ) Departamentalización. Es la división y el agrupamiento de las funciones y actividades en unidades específicas.
Para departamentalizar se efectúa la siguiente secuencia:
• Listar todas las funciones y actividades de la empresa.
• Clasificar las que sean similares.
• Agruparlas según un orden jerárquico o de importancia.
• Asignar actividades en cada una de las áreas agrupadas o departamentos.
• Especificar las relaciones de autoridad, responsabilidad y obligación, entre las funciones.
• Establecer líneas de comunicación e interrelación entre los departamentos.
• El tamaño, la existencia y el tipo de organización de un departamento deberán relacionarse con el tamaño y las necesidades específicas de la empresa, y de las funciones involucradas.

c) Descripción de funciones. Después de haber establecido los niveles jerárquicos y departamentos de la empresa, es necesario definir con toda claridad las labores y actividades que habrán de desarrollarse en cada una de las unidades concretas de trabajo o puestos de los distintos departamentos de la organización.
Ésta es la última etapa de la división del trabajo, y consiste en la recopilación ordenada y clasificada de todos los factores y actividades necesarios para llevar a cabo, de la mejor manera, un trabajo; la descripción de funciones se realiza, primordialmente, a través de las técnicas de análisis de puestos y de la carta de distribución del trabajo o cuadro de distribución de actividades.

La dirección.
Es la ejecución de todas las fases del proceso administrativo mediante la conducción y orientación de los recursos, y el ejercicio del liderazgo hacia el logro de la misión y visión de la empresa.

Etapas.
Es difícil establecer la secuencia de las etapas de la dirección, ya que a menudo se presentan al mismo tiempo.
La toma de decisiones. Es el proceso sistemático y racional a través del cual se selecciona, entre varias alternativas, el curso de acción óptimo.
Con frecuencia se dice que las decisiones son algo así como el motor de los negocios; y, en efecto, de la adecuada selección de alternativas depende en gran parte el éxito de cualquier organización. Esta etapa forma parte de la dirección porque constituye una función que es inherente a los gerentes, aunque resulte obvio mencionar que a lo largo de todas las etapas del proceso administrativo se toman decisiones, por lo que algunos autores la consideran en la etapa de planeación.

Motivación.
En su acepción más sencilla, motivar significa mover, conducir, impulsar a la acción. Tradicionalmente se ha considerado que la función del gerente es motivar al personal para que éste sea más productivo.
Sin embargo, la administración moderna postula que un adecuado estilo de dirección promueve las condiciones necesarias para que el personal se automotive y se autodirija. Precisamente, la distinción básica entre un líder y un gerente consiste en que al primero la gente lo sigue porque inspira un sentimiento de confianza y compromiso; mientras que el segundo (el gerente) tiene que empujar o motivar al personal para que trabaje. La cualidad esencial del líder es que establece las condiciones para que la gente se automotive, a diferencia del ejecutivo no líder, quien intenta constantemente motivar a su personal, ya que éste se ha acostumbrado a trabajar sólo mediante la relación estímulo-respuesta.
La motivación. Es el proceso a través del cual se impulsa la conducta del personal hacia el logro de los objetivos.
Es importante que el directivo conozca las teorías de motivación más importantes, ya que para incrementar la productividad y la calidad del personal es necesario comprender los factores que influyen en la motivación durante el trabajo, de tal forma que sea posible establecer aquellas condiciones necesarias para lograr la motivación. Tres son las teorías más importantes acerca de la motivación: la jerarquía de necesidades de Abraham Maslow, la motivación e higiene de Herzberg y las necesidades secundarias de McLelland.


 Comunicación.

La comunicación es un aspecto clave en el proceso de dirección.
La comunicación. Es el proceso a través del cual se trasmite y recibe información.
La comunicación se clasifica en:
a) Vertical. Cuando fluye de un nivel administrativo superior a uno inferior, o viceversa: quejas, reportes, sugestiones, órdenes, instrucciones.
b) Horizontal. Cuando se presenta en niveles jerárquicos semejantes: correspondencia interna, memoranda, circulares, juntas, etcétera.
c) Verbal. Cuando se trasmite oralmente.
d) Escrita. Cuando se difunde mediante material escrito o gráfico.
e) Formal. Cuando surge de la estructura y procesos de la empresa.
f) Informal. Cuando se origina en la relación personal de los miembros de la organización. Requisitos de la comunicación efectiva Una comunicación eficaz implica la existencia de los siguientes requisitos:
• Claridad. La comunicación debe ser clara; el lenguaje en que se exprese debe ser accesible a los receptores.
• Integridad. La comunicación debe servir como lazo integrador entre los miembros de la empresa. • Aprovechamiento de la comunicación informal. La comunicación es más efectiva cuando la administración utiliza la comunicación informal.
• Equilibrio. Toda acción administrativa debe acompañarse del plan de comunicación correspondiente.
• Moderación. La comunicación debe ser la estrictamente necesaria y concisa.
• Difusión. La comunicación formal de la empresa debe efectuarse por escrito y darse a conocer

Control.
A través del control se garantiza el cumplimiento de los planes. Si el control se conceptualiza como la última etapa del proceso administrativo, esto no significa que en la práctica suceda de la misma manera; la planeación y el control están relacionados a tal grado, que en muchas ocasiones el administrador difícilmente puede delimitar si está planeando o controlando; incluso para algunos autores el control forma parte de la planeación misma. La información obtenida a través del control es básica para poder reiniciar el proceso de planeación.
El control es la fase del proceso administrativo a través de la cual se establecen estándares para evaluar los resultados obtenidos, con el objeto de corregir desviaciones, prevenirlas y mejorar continuamente las operaciones.
El control es un medio de retroinformación que sirve para reiniciar el proceso administrativo. Si el fin último de la administración es la calidad y eficiencia, la manera de verificar que esto se ha logrado es a través del control.

Etapas.
Las etapas del control son: establecimiento de estándares, medición, corrección y retroalimentación.
Establecimiento de estándares.
Un estándar es la unidad de medida que sirve como modelo, guía o patrón, para efectuar el control.
Los estándares deben abarcar las funciones básicas y áreas clave de resultados; también son conocidos como indicadores.
Medición de resultados.
La medición de resultados consiste en la aplicación de unidades de medida para evaluar la ejecución y los resultados.
La medición implica la determinación, detección de fallas, desviaciones o no conformidades en relación con los estándares. El establecimiento de las unidades de medida en ocasiones resulta complejo, sobre todo en áreas con funciones eminentemente cualitativas.
Corrección.
La corrección es la aplicación de medidas para eliminar las desviaciones o no conformidades en relación con los estándares.
Antes de iniciar la acción correctiva es importante reconocer si la desviación es un síntoma o una causa.
Retroalimentación.
La retroinformación consiste en la retroalimentación de los resultados obtenidos para efectuar mejoras en el proceso.

De la calidad de la información depende el grado y rapidez con que se retroalimente el sistema. La retroinformación es fundamental para lograr la mejora continua, y es el sustento de la planeación. Importancia

El control es de vital importancia, dado que:
• Sirve para comprobar la efectividad de la gestión.
• Promueve el aseguramiento de la calidad.
• Protege los activos de la empresa.
• Se garantiza el cumplimiento de los planes.
• Establece medidas para prevenir errores, y reducir costos y tiempo.
• Sirve para determinar y analizar las causas que originan las desviaciones, y evitar que se repitan. • Es el fundamento para el proceso de planeación.





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